Severo Mayta como todos los días, hoy, despierta en la comunidad de Sincerayoc.Allí no tiene ducha
con agua caliente, ni las comodidades de la ciudad, él piensa cambiar la educación.Espera que sus
estudiantes aprendan y que en el futuro sean unas buenas autoridades. Severo estudió para ser maestro en el instituto público de su pueblo de origen, no tuvo otra oportunidad. Sin embargo,aprendió a convivir con una profesión que no le gustaba, pues algunas veces pensó en volver a estudiar otra profesión; esta vez de mayor prestigio, como decía su abuela.
Los maestros en el Perú en muchos de los casos deciden estudiar educación porque es la única opción o porque los mecanismos de ingreso son más fáciles y menos estresantes. Ello los lleva a seguir una profesión por ocasión y no por vocación, como debería ser; aunque algunos le cogen el gusto en el
camino, y otros nunca tienen el coraje de reconocer que no es lo suyo.
Ya cuando egresan transitan por muchas peripecias para lograr conseguir un puesto de trabajo.Varios de ellos tienen que hacer lo imposible para poder ubicarse en un lugar preferente, e incluso recurren a situaciones para nada legales. En el caso de las maestras, por su condición de género diferente a la del varón, es aún mucho peor. Ellas son víctimas de inescrupulosos burócratas que aprovechan de su condición favorable para conseguir de manera ventajosa de cuanta fémina encuentran y satisfacer sus bajos instintos. Ya en el trabajo, el hecho de mantenerse es cuestión de capacidad o de astucia, ya que mucho depende de las circunstancias para utilizar una u otra condición (padrinazgo, concubinato o chantaje).
Hoy en día las cosas no son como las de antes; ahora, los maestros tienen que pasar innumerables evaluacionespara que los categoricen según las escalas vinculadas a remuneraciones diferenciadas.
Quienes superan los exámenes podrán acceder a un nivel de vida distinto de los que no logran los
estándares de calidad y exigencia que el sistema determina. Las normas actuales como la del Marco
del Buen Desempeño del Docente o del Directivo, son las estructuras ideales sobre las cuales los maestros deben construir su futuro. Por lo tanto, entre pruebas de ascensos de nivel o pruebas obligatorias de permanencia se construye toda una cultura compleja y dominante de la evaluación por desempeños. Los maestros no solo deben ser constantemente evaluados sino reconocidos por sus méritos desde una lógica de respeto a la diversidad, y los resultados obtenidos con sus estudiantes.
Entonces, cuál es el reto de los maestros en estos tiempos.La actualización que impulsala promoción
e innovación en cursos de capacitación para su propio desarrollo personal, de lo contrario se limitaría
un posible desenvolvimientoen redefinir las prácticas docentes en los cambios actuales.
Es verdad que se ha generado mucho temor por las evaluaciones, quizá por la forma en que se presentan o también por los mitos entorno a ellas; pero ello ha dado paso también a necesidades de
formación y aprendizaje de los maestros, quienes por sus motivaciones han emprendido una nueva etapa evaluativa y evolutiva en sus vidas.
Recordemos que las personas aprendemos a lo largo de toda la vida,y que no existen pretextos para
dejar de aprender, en todo ser humano se expresa la capacidad de ejercer la modificabilidad cognitiva,
afectiva y actitudinal que permiten vivencias con nuevos aprendizajes.
Copiado de:
ARTI-REFLEX
De la casa del Jabonero El que no cae, resbala
Escxrito por Arturo Ferro Basquez